sábado, 17 de octubre de 2020


 ¿Por qué bautizar a los niños cuanto antes?

 

Mi segundo hijo nació prematuro y solo vivió unos minutos, no fue bautizado. Mi dolor inmenso por su perdida se vio aumentado porque no recibió el bautismo. Mi desconsuelo más adelante fue superado cuando me entere que la Iglesia los confía a la misericordia de Dios “porque Él quiere que todos los hombres se salven” 1 Tim 2, 4 y a la ternura de Jesús por los niños que dice “Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidan” Mc 10, 14.

Bautizar a los niños es un regalo inmenso, es desearle lo más grande que es la vida en Cristo y por toda la eternidad.

En Jn 3, 5 Jesucristo le dice a Nicodemo “Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”

Dice el Cat. En el numero 1213 El santo bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el Espíritu y la puerta que abre a los otros sacramentos.

El papa Francisco el 9 de mayo de 2018 dice: en el bautismo se participa del misterio pascual, muere el hombre viejo y nace un hombre nuevo. Morimos y nacemos al mismo tiempo. La pila bautismal se convierte en sepulcro y madre. El bautismo imprime un sello indeleble que el pecado no puede borrar, pero puede impedir que de frutos de salvación.

Todos nacemos separados de Dios por el pecado original, pero con el bautismo nacemos a la vida de Dios, a la vida espiritual.

Dios nos da el regalo de ser hijos de Él dándonos su Espíritu para que habite en nosotros.

El signo central del bautismo es el agua como purificación y la invocación a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Como padres no tenemos el derecho de negar a nuestros hijos el bautismo, que es la garantía para ser hijos de Dios, miembros de la Iglesia y alcanzar la vida eterna.

Amamos a nuestros hijos, deseamos su felicidad, que felicidad más grande le podemos ofrecer que la vida eterna con Dios.

El bautismo es uno de los siete sacramentos, el primero que se recibe y que habilita para todos los demás.

Los sacramentos requieren la profesión de Fe, Jesús sanaba a los que creían, pero para el caso de los niños basta la Fe de los padres y padrinos.

Jesús resucito a la hijita de Jairo por la Fe del padre.

Con el bautismo se recibe una fe inicial, una semilla, la gracia sobrenatural que debe crecer y volverse adulta y ahí entra el compromiso de padres y padrinos de formarlos en la Fe. Los padrinos en el ritual del bautismo toman la luz del Cirio Pascual, que es la luz de Cristo para iluminar a sus ahijados.

En esta época de aislamiento por el virus que nos afecta, los sacramentos quedaron también relegados, hagamos el compromiso de traer lo antes posible a los niños a recibir el sacramento del bautismo, garantía de la vida en Dios.


Área de catequesis: Catequista, Susana Hermida.

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