sábado, 10 de octubre de 2020

Que es la Adoración Eucarística


 Muchas veces le decimos a otras personas te adoro, sos lo mejor, admiro como sos, quiero ser como vos o un abuelo que dice yo adoro a mis nietos. Pero eso no es adorar, ADORAR es rendir el culto que solo se debe a Dios.

Como cristianos solo podemos adorar a Dios, que se ha revelado a nosotros como Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La Palabra de Dios nos dice ‘Venid, adoremos y postrémonos, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor’ Salmo 95,6.

El Catecismo de la Iglesia en los puntos 2096 y 2097 dice Adorar a Dios es reconocerlo como Dios, como Creador y Salvador, Señor y dueño de todo lo que existe. Adorar a Dios es reconocer, con respeto y sumisión absolutos la nada de la criatura que solo existe por Dios

Uno de los tesoros más preciosos de la vida de la iglesia es la Adoración Eucarística.

A través de la adoración eucarística crecemos en conocimiento y fidelidad a Dios.

La adoración eucarística es la oración que se realiza frente al Santísimo Sacramento cuando se lo expone en la custodia para ello.

Pero no solo ante el Santísimo Sacramento podemos adorar a Dios, lo podemos hacer en cualquier momento solo requiere de nosotros disponernos a ello, recordemos que somos templo de Dios, si estamos en gracia, la Santísima Trinidad habita en nosotros. Somos Sagrarios vivientes.

En el testimonio de vida de muchos santos podemos ver que en todo su día estaban en adoración, ya que todo lo que hacían o les sucedía lo hacían en unión con Dios. Santa Catalina de Siena nos habla de la celda del alma, imagen de la búsqueda de Dios y de su unión con El.

Esto es de gran consuelo y ayuda para buscar a Dios en nuestro interior,especialmente en esta situación inesperada de pandemia que nos toca vivir en la cual se nos puede dificultar estar en presencia  de Jesús Eucaristia.Pero podemos visitar al Santísimo en el templo. Cuando entres en la iglesia y veas la luz parpadeante del Sagrario, piensa que allí esta Jesús esperándote. Mira a Jesús en el Sagrario y déjate amar por El.

Ante el Santísimo Sacramento estamos en la presencia de una persona, Jesús, vivo en cuerpo y alma, cuando por la fe lo comprendemos nuestra vida cambia, empezamos a gustar estar frente al Señor.

Entendemos que fue El quien nos invitó a pasar un rato con El, que nosotros aceptamos esa invitación porque Él antes nos dio la gracia para comprender semejante misterio.

Cuando estemos en su presencia dejemos que nos mire, su mirada es como la de un joven hacia su prometida el día de la boda o la de una madre hacia su hijito recién nacido, es una mirada de amor, silencio, intimidad.

Esto es lo que debemos buscar cuando estemos ante la presencia de Jesús Eucaristía. Quizá al principio no sintamos nada, es mas no lo entenderíamos, pero Él está derramando gracias en nosotros y esta infinitamente feliz de verte, mucho más de lo que nosotros podemos estarlo.

Tratemos de buscar estar en su presencia y Él poco a poco ira cambiando nuestra vida, nos hará más semejantes a El e iremos en el camino de la santidad que tiene pensado para nosotros desde toda la eternidad, intenten hacerlo, ojalá les de la PAZ que tanto necesitamos, siéntense frente al Santísimo Sacramento y déjense guiar por su Amor.

Pueden hablarle, cantarle y dejarle allí todas sus preocupaciones, sin duda eso va hacerlos sentir aliviados y se irán felices de saberse escuchados. Que Jesús los guie y encuentren allí su Paz.

Área de catequesis: Catequistas Susana Hermida y Mariana Espinaco.

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