Mi
segundo hijo nació prematuro y solo vivió unos minutos, no fue bautizado. Mi
dolor inmenso por su perdida se vio aumentado porque no recibió el bautismo. Mi
desconsuelo más adelante fue superado cuando me entere que la Iglesia los
confía a la misericordia de Dios “porque Él quiere que todos los hombres se
salven” 1 Tim 2, 4 y a la ternura de Jesús por los niños que dice “Dejad que
los niños vengan a mí y no se lo impidan” Mc 10, 14.
Bautizar
a los niños es un regalo inmenso, es desearle lo más grande que es la vida en
Cristo y por toda la eternidad.
En
Jn 3, 5 Jesucristo le dice a Nicodemo “Quien no nace del agua y del Espíritu no
puede entrar en el Reino de Dios”
Dice
el Cat. En el numero 1213 El santo bautismo es el fundamento de toda la vida
cristiana, el pórtico de la vida en el Espíritu y la puerta que abre a los
otros sacramentos.
El
papa Francisco el 9 de mayo de 2018 dice: en el bautismo se participa del
misterio pascual, muere el hombre viejo y nace un hombre nuevo. Morimos y
nacemos al mismo tiempo. La pila bautismal se convierte en sepulcro y madre. El
bautismo imprime un sello indeleble que el pecado no puede borrar, pero puede
impedir que de frutos de salvación.
Todos
nacemos separados de Dios por el pecado original, pero con el bautismo nacemos
a la vida de Dios, a la vida espiritual.
Dios
nos da el regalo de ser hijos de Él dándonos su Espíritu para que habite en
nosotros.
El
signo central del bautismo es el agua como purificación y la invocación a la
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Como
padres no tenemos el derecho de negar a nuestros hijos el bautismo, que es la
garantía para ser hijos de Dios, miembros de la Iglesia y alcanzar la vida
eterna.
Amamos
a nuestros hijos, deseamos su felicidad, que felicidad más grande le podemos
ofrecer que la vida eterna con Dios.
El
bautismo es uno de los siete sacramentos, el primero que se recibe y que
habilita para todos los demás.
Los
sacramentos requieren la profesión de Fe, Jesús sanaba a los que creían, pero
para el caso de los niños basta la Fe de los padres y padrinos.
Jesús
resucito a la hijita de Jairo por la Fe del padre.
Con
el bautismo se recibe una fe inicial, una semilla, la gracia sobrenatural que
debe crecer y volverse adulta y ahí entra el compromiso de padres y padrinos de
formarlos en la Fe. Los padrinos en el ritual del bautismo toman la luz del
Cirio Pascual, que es la luz de Cristo para iluminar a sus ahijados.
En esta época de aislamiento por el virus que nos afecta, los sacramentos quedaron también relegados, hagamos el compromiso de traer lo antes posible a los niños a recibir el sacramento del bautismo, garantía de la vida en Dios.
Área de catequesis: Catequista, Susana Hermida.